Abrir y cerrar etapas vitales para ser feliz

El apego mal entendido es una de las energías más frustrantes que existen, por todo lo que tiene de limitante. Abrir y cerrar etapas, empezar y poner punto y final, es indispensable para tener una existencia plena. Te damos tips prácticos para no aferrarte a aquello que ya no te resulta útil…

Por qué es fundamental abrir y cerrar etapas

Si hay algo que en la vida es importante es adaptarse a las situaciones y pasarlas. A veces toca empezar un proyecto y, otras veces, hay que finalizarlo. Y este ejemplo sirve para el estudio o el trabajo, pero, también, para nuestras relaciones personales o afectivas.

Saber empezar y terminar no implica ni ser inconstante, ni indiferente, ni tampoco negarse a vivir las experiencias en plenitud. Pero, precisamente por eso, hay ocasiones en que algo se termina por múltiples motivos. Reconocer ese punto es muy útil porque nos permite cortar con una energía que ya no tiene recorrido y tenerla disponible para otros proyectos. Como dice el refrán, “agua pasada no mueve molino”.

Entender, pues, que la vida es una sucesión de ciclos, más largos o más cortos, nos puede ayudar. De ahí que sea conveniente tomar conciencia de esta situación para no estancarse.

Tips para abrir y cerrar etapas correctamente

Existen algunos tips útiles que nos ayudan en la apertura y cierre de las etapas. Al final, se trata de empezar y cerrar, no de dejar algo pudriéndose que no tiene continuidad. Tu autoestima te lo agradecerá a la larga, con independencia de que empieces o acabes. Veamos…

1. Analiza la situación fríamente

Ya sea una cuestión laboral, académica o de relaciones, es conveniente que tomes distancia para analizar la situación fríamente. ¿Realmente te conviene empezar o terminar algo? ¿En qué punto estás?

Demasiadas veces, la emocionalidad o los apegos nos nublan el entendimiento y nos juegan malas pasadas. Si hay algo que no debemos perder es el tiempo, sí, pero a veces es necesario pararnos y tomar espacio para pensar. Tomar con perspectiva las situaciones es útil porque podemos conseguir una visión más clara.

En este proceso, lo principal es que seas tú quien tome la determinación. Por lo tanto, aquí se impone un análisis lo más limpio y objetivo posible de la situación.

2. El “contacto cero” puede servir… a veces

Hoy se habla muchas veces del “contacto cero” en relaciones tóxicas. Sin querer hacer de ese concepto un fetiche, sí es cierto que, para determinadas decisiones, puede ser bueno interrumpir el contacto para reflexionar.

Y, sobre todo, si una etapa ya ha llegado a su fin, ese “contacto cero”, en caso de ser necesario, se puede aplicar. A veces, hay relaciones que no tienen vuelta de hoja, y mantener un contacto “de cortesía” no es saludable. Se pierde mucho más manteniendo “puertas abiertas” que cerrándolas para siempre.

De todas formas, el distanciamiento, al finalizar algo, es inevitable. Si este tiene que ser total y parcial con las personas, dependerá de cómo haya sido el vínculo y de cómo haya terminado.

3. Establece nuevas metas vitales

Nuestra mante gestiona muy mal el vacío y, por eso, se puede resistir a terminar ciclos. La idea de “lo malo conocido” tiene demasiado peso, de ahí que nos convenga desterrarla. Pero, ¿qué hacer cuando algo se ha terminado?

Tenemos la responsabilidad de educar a nuestro cerebro y, para eso, es conveniente fijar nuevas metas. De esta forma, pondremos toda la energía en un objetivo productivo y evitaremos la tendencia al caos. A ser posible, metas que estén relacionadas con nuestros intereses en el momento, aunque el simple hecho de llenar el vacío en algo que nos guste puede ayudar. Por eso, es altamente recomendable saber qué y cómo hacerlo en un determinado momento.

En definitiva, al acabar, es conveniente tener un nuevo objetivo donde empezar, el que sea y nos vaya mejor. Así, todo nos resultará mucho más sencillo.

¡Gana en confianza y autoestima!

Abrir y cerrar etapas es parte de la vida y, cuanto más natural sea el proceso, mejor para nosotros. ¿Te apegas a situaciones tóxicas por recordar el pasado o miedo a la soledad? En Emocodificación te ayudo a recuperar tu autoestima para empoderarte. ¡Contáctame y concertamos una cita!