Al hablar de las claves de la epigenética, tenemos que poner el foco en un elemento que va más allá de los descubrimientos del genoma humano. No en vano, lo que ya se intuía desde hace milenios en los textos escritos tiene ahora una justificación tangible. Vamos a ver de qué se trata…
Qué es la epigenética
La epigenética, en esencia, estudia los cambios que se dan a la hora de leer el ADN de una persona sin que haya habido una variación en el código. Se dan modificaciones químicas (cambio de histonas, de ARN no codificante o la metilación del ADN) que se añaden o eliminan en el código del ADN, pero sin cambiar este.
¿Esto es posible? Sí, lo es perfectamente, y se puede dar incluso en gemelos, siempre que se hayan criado en entornos distintos. Por lo tanto, y a la hora de entender por qué se actúa de determinadas maneras, sería una simpleza limitarnos, únicamente, al código genético. Los cambios que se generan en el organismo durante nuestra vida van más allá de aquello que heredamos de nuestros progenitores.
Conocer las claves de la epigenética ayudará, pues, a entender mejor qué procesos se dan que, hasta hace poco, se consideraban inexplicables con evidencia científica.
Las claves de la epigenética
Aunque aún existe un gran campo de investigación en la epigenética, sí que podemos establecer unas pautas generales. Son estas:
- El entorno influye, y mucho: ante una misma secuencia de ADN, un lugar más o menos contaminado, más o menos saludable o más o menos pacífico influirá. Por lo tanto, lo exterior tiene un papel. Esta es una razón más para vivir en un entorno limpio para nosotros.
- El estilo de vida influye: la epigenética tiene que ver, y mucho, con el estilo de vida. Y la autoestima también influye. Una persona que haga ejercicio, que se mantenga en el peso ideal y que no tenga hábitos negativos tendrá menos posibilidades de tener problemas a posteriori. Por lo tanto, es otro de los aspectos que se deben considerar. Aunque el código del ADN sea el mismo, si tenemos una vida saludable este estará más limpio, tanto para nosotros como para nuestra descendencia.
- Sucesos traumáticos colectivos se transmiten: una población que haya vivido los rigores de una Guerra transmite esa sensación de peligro a su descendencia. Esto se ve de una forma especialmente marcada en colectivos discriminados. Aquí puede haber manifestaciones diversas, incluso en la asunción de roles que no corresponden. Por eso, desde un punto de vista sociológico y psicológico, es interesante analizar estos cambios.
Pero, en cualquier caso, el elemento común es la herencia de estos cambios. Que, a diferencia del ADN, se pueden modificar para que las generaciones venideras no los padezcan. Una vida con menos estrés y más saludable ayudará a que estas variaciones químicas no se transmitan.
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