Gestionar la tristeza como un proceso natural

gestionar la tristeza

Gestionar la tristeza, para muchas personas, resulta complicado porque parece que se les hace un mundo. Sin embargo, puede y debe ser un proceso natural. ¿Quieres saber más? Aquí te damos más detalles…

Gestionar la tristeza como reacción natural: integrarla y no vivirla como algo anormal

Lo primero que tenemos que entender para gestionar la tristeza es que esta es una emoción básica. O, dicho de otra manera, es normal que, a veces, estemos tristes. Y esto no significa que seamos mejores o peores personas.

No siempre vamos a estar bien; a veces estamos mejor y a veces peor. Y reprimir la tristeza cuando la sentimos puede ser contraproducente. Al final, si se acumula, esta puede explotar con consecuencias funestas para nosotros.

Por lo tanto, lo que se impone aquí es asumir que esta emoción existe, que no todos los días estaremos bien y darle una salida ordenada e inocua. Quizás algún día que estamos solos nos apetece llorar; no pasa nada si pasa eso. La mayoría de las veces, eso nos alivia y le hace bien al cerebro.

Únicamente hay que saber diferenciar entre episodios de tristeza puntuales o duelos y situaciones crónicas. Y, para ello, hay dos elementos que sirven de piedra de toque:

  1. La duración. Los duelos por la pérdida de un ser querido, por ejemplo, se pueden prolongar durante unos meses. Ahora bien, ten presente que, si esta situación se cronifica y dura más de un año, quizás haya que pedir ayuda.
  2. Otra cuestión importante es la intensidad de la tristeza y los resortes que la generan. Si las reacciones se deben a hechos aparentemente intrascendentes, hay que poner el foco en los porqués para reaccionar.

Nuestros biorritmos funcionan de forma ascendente y descendente y, por regla general, se reequilibran automáticamente. En el momento en que entendemos esto, podemos relativizar las situaciones y vivirlas con normalidad.

Pautas que te ayudan a gestionar la tristeza

Más allá de que existen problemáticas específicas, sí hay algunas pautas que te ayudarán a gestionar mejor tu tristeza. Y no son difíciles de aplicar; toma nota:

  1. Buscar entornos donde expresar nuestras emociones o canalizarlas. Podemos hablar de nuestra casa, si estamos solos, pero también serviría el campo o un parque, si no hay gente alrededor.
  2. Escuchar al cuerpo y actuar en consecuencia. Esto es fundamental, porque uno de los problemas está en que, a veces, no hacemos caso a las señales. Si lo hacemos, es más probable que podamos vivir las emociones con normalidad.

Por lo tanto, no es difícil conseguir tus objetivos si tienes presente todo esto. Muchas veces, se trata de tener un mejor autonocimiento. Y, con ello, ganarás.

Conclusión

Gestionar la tristeza desde la consciencia y la normalidad es muy útil para una vida plena. Ahora bien, ¿tienes algún bloqueo que te impide ser feliz o vivir mejor? Quizás sea bueno ver la causa y sanarla, para que esa tristeza no sea habitual. En Emocodificación te ayudo a vencer estas dificultades. ¡Contáctame y hablamos para que conozcas más detalles!