La Navidad es tiempo de reuniones familiares y reencuentros, a veces deseados, a veces no tanto. Aquí queremos hablar sobre este fenómeno, sus circunstancias y cómo gestionarlo adecuadamente.
¿Es bueno reunir a la familia en Navidad?
Uno de los elementos históricos de la Navidad en Europa es el del reencuentro de aquellos familiares que viven lejos, ya sea geográficamente, ya sea porque no los vemos a menudo. La mesa familiar con primos, cuñados, tíos y otros parientes a los que no vemos el resto del año es un lugar común.
¿Eso es bueno? Pues dependerá de la relación que tengamos con nuestros parientes, ya sean carnales o políticos. Si esta es buena o neutra, no tiene por qué haber mayor problema. Pero si es mala, las tertulias y el alcohol que suelen acompañar a la fiesta pueden tener un potencial altamente destructivo.
¿Qué podemos hacer en este caso? Pues va a depender de los convencionalismos sociales que haya detrás. Pero, de todas maneras, sí que os podemos proponer algunas soluciones.
Cómo gestionar las reuniones familiares (y no morir en el intento)
Si ya has llegado al punto de las reuniones de Navidad y sus excesos, te podemos dar algunos consejos, si las organizas, para que no te resulten especialmente pesadas. Son estos:
1. Intenta invitar solo a quien te apetezca
Es una obviedad, pero no por eso tenemos que dejar de decirlo: invita solo a quien te apetezca. Sabemos que a veces es inevitable porque existen parejas de personas queridas que nos caen gordas, pero, como pauta general, no está mal tenerlo presente. Evitar las indirectas malintencionadas o el sarcasmo ayuda a estar mejor.
2. No te desbordes: planifica lo justo y necesario
Cuando hay una fiesta navideña, es lógico que se planifique, pero tiene que ser lo justo y necesario. Demasiadas veces, se genera un estrés innecesario por las expectativas y la preparación de las fiestas navideñas. Por lo tanto, a esto toca ponerle freno cuanto antes. El minimalismo, a veces, funciona mejor que el exceso y menos puede ser más.
3. Evita los temas polémicos
Conocer de antemano a quien vas a tener en la mesa es bueno, sobre todo porque así sabes de qué hablar y de qué no hablar. En este sentido, es altamente recomendable que evites los temas polémicos o que generen discordia. ¿Quieres que las reuniones acaben a gritos? Obviamente, no. Así que, más que nunca, aquí toca tener la fiesta en paz.
4. Pon música de Navidad que genere buen ambiente
La música navideña puede ayudar al buen ambiente y la conciliación, pero en cualquier caso es conveniente elegir algún punto en común entre las personas que están en la sala. De todas maneras, una música suave suele contribuir positivamente a generar buenas energías. Esto también se puede aplicar a los juegos comunes o a los programas de televisión que se pongan.
Por lo tanto…
Las reuniones en Navidad pueden ser estresantes, pero es posible gestionarlas de una forma más tranquila y positiva. ¿Te cuesta decir que no? En Emocodificación te ayudo a sanar las viejas heridas que te siguen marcando. ¡Contáctame y hablamos!