Cómo poner límites

poner límites

Poner límites es algo que muchas personas hacen de natural, pero a otras les cuesta mucho. El problema de no hacerlo es que uno puede perder tiempo y salud, de ahí que sea conveniente tomar decisiones cuanto antes. En este artículo, te doy algunas claves para conseguirlo y asentarte.

5 consejos para poner límites (y ponértelos)

A la hora de poner límites y ponértelos es fundamental tener en cuenta que existen determinados tips que te ayudan a hacer más fácil el camino. Pero no te voy a engañar: si has tenido una inercia desfavorable, al principio te puede costar un poco más de lo habitual. De todas maneras, como todo, esta es una habilidad y hábito que se puede y debe ejercitar. Pongamos unos cuantos ejemplos de cómo conseguirlo:

1. Hacer caso de lo que sientes

Esto, que parece lo más fácil, es a lo que menos caso hacemos muchas veces. La primera pregunta que nos tenemos que hacer es si “esto me hace bien o mal”. No en vano, esta es la primera guía que hay que seguir para practicar la asertividad. Y, lo que es más, esto servirá para nuestras interacciones con los demás, pero también para las que tenemos con nosotr@s mism@s. Hay que aplicarlo, incluso, cuando esto suponga una ruptura.

2. Recordar que tus obligaciones llegan hasta cierto punto

Sí, es cierto que los límites a veces se pueden ver matizados o difuminados por las obligaciones profesionales o personales… pero hasta cierto punto. Tú puedes tener algunas obligaciones, pero si estas están comprometiendo seriamente tu salud mental o física, la segunda debe prevalecer. En consecuencia, ten claro que, aunque flexibilices, ese límite siempre tiene que estar presente para ti.

3. Decir que “no” cuanto antes ahorra problemas en el futuro

La posibilidad de decir “no” cuanto antes, si algo no te gusta, tiene un efecto de protección sobre ti. Quizás sea algo más difícil (aunque necesario) con relaciones y situaciones ya asentadas. ¿Pero si es una relación que está en sus inicios? Esta es una gran oportunidad de practicar la asertividad y aprovecharlo.

4. Puedes cambiar de opinión si lo consideras

Uno de los libros clave son “Cuando digo no, me siento culpable“, de Manuel J. Smith. Sigue siendo plenamente válido como sistema para ejercitar la asertividad. Y un tema clave que señala es que una persona puede cambiar de opinión si lo considera necesario; esto puede tener un coste de oportunidad si los cambios son demasiado frecuentes y no tienen un motivo sólido, pero, de entrada, esta es una posibilidad que siempre tienes. No estás atad@ de por vida a una relación o estado de cosas.

5. Recuerda que lo que es adentro es afuera

Cuando hablamos de los límites, hemos de hacerlo desde una perspectiva holística. No son solo los límites que pones hacia los demás, sino, también, los que te pongas a ti mism@. Y esto es clave, habida cuenta de que si tú no tienes fijados tus límites, es difícil que los pongas correctamente en tus relaciones.

Los límites son sanos para tu vida

Poner límites es saludable para tu vida y te ayuda a tener relaciones conscientes, plenas y gratificantes. ¿Te cuesta hacerlo? ¿Arrastras malas experiencias que te frenan? En Emocodificación te puedo ayudar a superarlo. ¡Agenda tu cita gratuita conmigo!