Tradicionalmente se ha dicho que el corazón es el principal órgano que tenemos, pero, sin el cerebro, no podríamos funcionar con normalidad. En este artículo te explicamos cómo funciona y lo que debes tener en cuenta…
El cerebro, un músculo con millones de neuronas y transmisores
Podemos definir el cerebro como un músculo que pesa entre 1 y 2 kilogramos y que controla numerosas funciones vitales: desde el pensamiento a la articulación del lenguaje, pasando por la memorización, la lectura y las emociones.
Este órgano está conformado por dos hemisferios cerebrales que están interconectados entre sí a través de los neurotransmisores. Hemos de señalar que el cerebro tiene 100.000 millones de neuronas, que pueden vivir indefinidamente, aunque otras se pierden a través del tiempo, ya sea por el envejecimiento, por hábitos nocivos o por distintas enfermedades. A diferencia de otro tipo de elementos, las neuronas te permiten vivir mejor.
Las conexiones del órgano funcionan mediante la sinapsis e impulsos eléctricos que, con gran velocidad gracias a los neurotransmisores (sustancias químicas), transmiten información y sirven para generar todo tipo de acciones y decisiones. Si los neurotransmisores funcionan bien, los impulsos funcionarán bien. Por eso, este es un punto que debes conocer en profundidad.
Tenemos que señalar, también, que el órgano es muy plástico y adaptable. Es posible incorporar multitud de datos nuevos y, si se ejercita, se pueden mantener en buenas condiciones durante toda la vida.
El cortisol, la gran amenaza para el funcionamiento de nuestro cerebro
La hormona del estrés, el cortisol, genera varios efectos ante situaciones límite, desde la sensación de alerta para tomar decisiones al aumento de la glucosa en sangre, así como inflamación en todos los sentidos. Y, además, cuando hay un aumento importante de esta sustancia, se mantiene en el cerebro durante varias horas. Podemos, pues, hablar de una intoxicación puntual.
¿Qué sucede con las personas que tienen estrés a menudo? Pues que pueden tener varios problemas, tanto de enfermedades como de falta de concentración, insomnio crónico y dificultades de memorización. Y a nadie se le escapa que esto también influye en la esperanza de vida y el bienestar general. Por ese motivo, cuanto menos haya que echar mano de esta sustancia, mejor que mejor.
También, para evitar los excesos de cortisol, puedes apostar por hábitos saludables. Por ejemplo, hacer ejercicio, comer bien, frecuentar tus amistades o las relaciones con seres queridos, potenciando lo mejor de tus relaciones personales. Todo esto influye, y positivamente, en tu día a día y a generar endorfinas.
Eso sí, tener unos ciertos niveles de estrés no es malo e, incluso, puede ser beneficioso. Lo que sí debes considerar es que un exceso de sobresaltos no le hace ningún bien a tu organismo; tampoco a tu cerebro.
Por lo tanto…
El cerebro es un órgano fascinante y conocer cómo funciona es recomendable para sacarle el máximo partido. Y es posible ejercitarlo para bien. En Emocodificación te ayudo a que potencies tus cualidades y alinees cuerpo, mente y espíritu. ¡Contáctame para saber más!