Los sesgos de confirmación se presentan en distintas facetas de la vida y, cómo no, en las relaciones personales que mantenemos. Aquí indicamos por qué son peligrosos y cómo minimizar su efecto.
Por qué los sesgos de confirmación son peligrosos en las relaciones personales
Los sesgos de confirmación, como mecanismo de simplificación de nuestro cerebro, buscan, en esencia, confirman alguna creencia predeterminada que tenemos ante algún hecho o experiencia tangible. Puede estar basada, bien en la experiencia, bien en prejuicios.
Al final, un sesgo de confirmación funciona como un atajo, porque evita tener que pensar. Y, como mecanismo adaptativo del cerebro, en épocas pasadas tuvo su razón de ser. No en vano, ante una situación de potencial peligro, lo preferible es tener que pensar poco y tomar decisiones rápidas.
Pero no es menos cierto que el sesgo de confirmación actúa, por sí mismo, como un prejuicio. Y que, como elemento para determinar nuestras relaciones personales, es inexacto. Si pensamos en que, a veces, no todo es como parece, podemos concluir que es un elemento poco exacto porque, como se diría, «pagan justos por pecadores».
En un primer momento, los seres humanos actuábamos ante impulsos de huida o lucha. Y si bien esto es cierto en determinados casos, afortunadamente hoy no lo es la mayoría de las veces. Por lo tanto, conceptos como las «red flags» se deberían aplicar solo cuando es realmente necesario.
Es posible que, por un sesgo, excluyamos de nuestra vida a gente que vale la pena. Y, por esa razón, es conveniente que, salvo en casos límite, no nos limitemos a esta percepción a la hora de elegir con quién nos relacionamos.
Cómo minimizar los sesgos de confirmación
Lo primero que hay que hacer para minimizar cualquier sesgo es saber que existe. Indudablemente, si no sabes que existe el sesgo de confirmación, lo más lógico es que lo asumas como normal.
En segundo lugar, y no es baladí, deberías saber que es más inteligente funcionar con el neocórtex que con el sistema límbico o con el cerebro reptiliano. Esto significa que, salvo que sea una cuestión de vida o muerte, puedes darte un tiempo. Y sopesar con calma los pros y los contras te ayudará a comprobar si esta relación personal te interesa o no.
La realidad es compleja, y las fronteras que antaño definían claramente los campos hoy se difuminan. Quizás esa persona que parece rara puede ser un buen amigo, o incluso tu pareja. ¿Por qué no comprobar si merece una oportunidad o no? Vale la pena saberlo. Al final, puedes estar perdiendo buenas oportunidades de relación por un sistema arcaico de funcionamiento.
El esquema binario acaba siendo arcaico, porque la realidad es poliédrica. Por lo tanto, y en la medida que sea posible, tomar un tiempo para pensar y observar de una forma desapegada es recomendable.
Conclusión
Conocer los sesgos de confirmación es importante, y lo es mucho más manejarlos. Al final, esto es lo que te permitirá tener relaciones personales gratificantes y plenas. ¿Crees que a veces actúas basándote en prejuicios? Yo te puedo ayudar a dar ese cambio que necesitas en tu vida. ¡Contáctame para saber más!