La relación con nosotros mismos

relación con nosotros mismos

En la vida, el principal vínculo que tenemos es la relación con nosotros mismos. Ahora bien, ¿cómo gestionarla correctamente para evitar problemas y para tener un estado de equilibrio interior? Aquí te damos algunas claves para conseguirlo.

Relación con nosotros mismos y puntos ciegos

El principal inconveniente de la relación con nosotros mismos es la existencia de los puntos ciegos. ¿Por qué decimos esto? Porque, al final, si con alguien podemos tener sesgos cognitivos es con nosotros mismos, antes que los demás.

Reconocer que hacemos algo mal o que nos equivoquemos implica un nivel de autocrítica grande. Y a nadie se le escapa que eso, a veces, es difícil. El ego es el que entra en conflicto y, aunque necesario, nos puede generar problemas o confusiones.

Evidentemente, al ego le encanta hacer uso de los puntos ciegos para confirmar las viejas creencias y, con ello, permanecer en nuestra zona de confort. Recordemos que el cerebro tiene una inercia o tendencia a gastar la mínima energía posible. Por lo tanto, la autocrítica es un acto de consciencia y voluntad.

Por otra parte, los puntos ciegos pueden ser para una autopercepción positiva o negativa de nosotros. En consecuencia, es necesario trabajar con el equilibrio entre ego y estímulos externos, porque somos unos seres sociales.

Cómo gestionar mejor la relación con nosotros mismos

Existen tips que ayudan a gestionar mejor la relación que tenemos con nosotros mismos, en distintos ámbitos. Aquí te damos unas claves prácticas; toma nota:

1. Mantén apertura en la relación con las demás

Lo primero que tienes que hacer es mantener una relación de apertura hacia el exterior. Ojo, esto no implica que tengas que escuchar a todo el mundo ni hacer caso a todo el mundo, pero, para evitar la influencia de los puntos ciegos, es recomendable relacionarse. Somos seres sociales y no debemos renunciar a esta condición, por salud e higiene mental, porque siempre podemos aprender algo.

2. Relación con nosotros mismos: consigue tiempo para la reflexión

El tiempo es oro, lo sabemos. Pero, precisamente por eso, contar con espacios de tiempo para la reflexión es fundamental. No en vano, si estamos constantemente en actividad no pensaremos, sí, pero, a la larga, no podremos dirigir de forma inteligente nuestras acciones. Una vez más, conviene buscar el equilibrio, aquí entre la ociosidad y la actividad constante.

3. Cultiva tus aficiones o lo que te hace sentir bien

La actividad es buena, pero también lo es dedicar parte de tu tiempo a aquellas acciones o hobbies que te hacen sentir bien. Si resulta que tu trabajo coincide con algo que te gusta, perfecto, pero, en cualquier caso, deberías tener un tiemp para ti. Esto, a la larga, lo agradecerán tu cuerpo y tu mente.

4. Minimiza las situaciones desagradables

Las situaciones desagradables son, a veces, inevitables. No obstante, es posible minimizarlas y, aquí, poner límites es fundamental. Muchas veces, generamos exceso de ruido en nuestro interior porque, de forma inconsciente, nos abonamos a las situaciones negativas y desagradables.

5. Cuídate en el plano físico

Cuidarse en el plano físico es algo igualmente importante. No en vano, hacer ejercicio u optar por una buena alimentación son formas de cuidarte. Y no está de más tenerlo en cuenta, porque es también un reflejo de nosotros. Si te cuidas, probablemente será más fácil que te quieras, sin llegar al narcisismo.

¡Quiérete de forma sana!

La relación con nosotros mismos es la primera y principal que mantenemos, así que es conveniente que sea buena. ¿Quieres mejorar tu autoestima para, de esta forma, enfrentarte mejor a tus desafíos vitales? En Emocodificación te ayudo a ello. ¡Contáctame para saber más!